La exposición de Arrital de Milán se convierte en el ambiente donde la cocina se expresa en su mejor momento como el corazón palpitante del espacio.
Un punto de referencia donde la idea se convierte en una posibilidad concreta de vivir un anticipo de la experiencia de cocina más personal y cercana a la vida cotidiana. Imaginarse alrededor de una mesa con los amigos o en la cocina, como verdaderos chefs protagonistas de la velada, visitando la sala de exposición y definiendo los detalles de los materiales, accesorios, modelos, se convierte en una necesidad para identificarse con lo que será el futuro.
El espacio de exposición se convierte así en un lugar donde la cocina se expresa de la mejor manera como el corazón palpitante del espacio, en el que sentir cada vez a los creadores, artistas y diseñadores, incluso antes que a los clientes. Donde la comparación es uno con la inspiración.