¿Acabas de sacar el plato del fuego y no sabes bien dónde colocarlo para ir preparando los demás alimentos? ¿Cada vez que intentas acceder a la nevera tienes que hacer malabares? Esto puede ser debido a una mala organización a la hora de colocar tus electrodomésticos.
Ubicar bien los electrodomésticos dentro de la cocina ayuda a cocinar de manera segura y más cómoda. Pero no te preocupes, estos consejos te serán de utilidad para planificar la distribución de este espacio. Y recuerda… Si necesitas ayuda profesional siempre puedes contar con nuestro equipo de expertos Arrital, que, además de ayudarte a diseñar tu cocina soñada, escogerán las mejores marcas de electrodomésticos del mercado.
Así que toma nota y ¡empecemos!
Antes de decidir hay que medir. Para ello, puedes hacer un plano de tu cocina en el que no solo incluir sus medidas exactas, sino también marcar puntos clave como los radiadores, los pilares, el desagüe… Una vez tengas esta información puedes empezar a pensar en su organización.
No siempre podemos tener lo que queremos, por lo que quizás debas elegir electrodomésticos que son indispensables para ti. Hay gente que, por ejemplo, puede pasar perfectamente sin horno o secadora, pero para otras personas pueden ser elementos necesarios e insustituibles.
En toda cocina que se tercie hay tres zonas claves: La zona de cocción, la zona del frigo y la zona del lavavajillas.
Estas tres zonas han de estar cerca. La idea es crear un triángulo que facilite el trabajo en la cocina y armonice el espacio.
En la zona de calor o cocción se encuentra el horno o la vitrocerámica. El microondas también debe estar en esta zona para así poder cocinar varios alimentos a la vez sin tener que recorrer un gran espacio.
Antes, el microondas y el horno solían colocarse en la encimera y bajo la placa respectivamente. Ahora es fácil que estos elementos se coloquen en una columna situada al lado de la placa. Algo que además de ser estético facilita el trabajo a la hora de cocinar.
Otro de los elementos que se sitúa en esta zona es la campana extractora. Y, en el caso de que esta campana no coincida con el tubo de salida de aire al reestructurar tus electrodomésticos, puedes instalar una campana de recirculación que no necesita salida de aire al exterior. En este tipo de campana, el aire es aspirado por el ventilador de la propia campana y se devuelve al interior de la cocina, pero sin grasa ni suciedad.
En esta zona hemos de colocar el lavavajillas y el fregadero. Es cierto que no todo el mundo tiene ni quiere un lavavajillas. Quizás seas una persona que vive sola y no te molesta tener que fregar 2 o 3 platos al día, pero si vives con más personas, el lavavajillas puede resultar un electrodoméstico totalmente necesario para facilitar el día a día y la propia convivencia.
Normalmente, el lavavajillas tiene unas medidas de 60 cm, aunque también los puedes encontrar en otras medidas como 45 cm de ancho. Eso dependerá también en gran medida (nunca mejor dicho) del número de personas que vivan contigo.
Lo ideal es ponerlo en la zona del fregadero, si puede estar junto al fregadero mucho mejor; de esta manera, la carga será más cómoda y el agua llegará más fácilmente.
La lavadora es otro de los electrodomésticos que pueden o no pueden integrarse en la cocina. Si tienes espacio suficiente, lo ideal es poner la lavadora y la secadora en un lugar cercano a la cocina. Es decir, en una lavandería.
La zona fría se corresponde con el frigorífico, encargado de conservar los alimentos. Precisamente, por ello, conviene alejarlo del foco activo de calor como puede ser la placa o incluso los rayos directos del sol.
El frigorífico es, sin duda, el electrodoméstico que más volumen tiene dentro de una cocina. Pues, aunque puedes encontrarlos de pequeño tamaño, por normal general son tanto anchos como altos. Todo depende, al igual que pasa con el lavavajillas, del número de personas que vayan a usarlo o de lo que te guste comer.
Si tienes una cocina pequeña donde cada metro cuadrado es oro, puedes optar por combinar electrodomésticos. Por ahora no se ha inventado un frigorífico-lavadora, pero si puedes encontrar lavadoras-secadoras u hornos con microondas integrados. Una solución perfecta para ahorrar espacio y tener todos los electrodomésticos en el mismo sitio.
También puedes optar por colocar electrodomésticos de menor tamaño. En lugar de decantarse por la medida estándar que suele ser 60 cm de ancho, optar por los 45 cm. Más pequeño pero igual de funcional.
Ahora ya sabes cómo y dónde colocar los electrodomésticos de tu cocina para que tanto la armonía estética de espacio como tu propia armonía a la hora de moverte y trabajar sean plenas.